Empiezo por el final de un fin de semana completito en el que continúo mi inmersión en la gama 500 y 700 de Honda. (Mientras lees estas líneas se está gestando la comparativa entre la CB500F y la NC700s). Cuento esto porque llegó el domingo -tras un viernes y sábado agotador- y sonó el despertador muy, muy pronto… Pero cuando se trata de motos no hay pereza que valga así que en pié a la primera y sin pensarlo dos veces, me subo en mi 125 y tiro al concesionario Quintamoto, ¡majetes a decir basta! Ahí se encuentra formada la hermosa comitiva protagonista de este día tan grande. Son las 8.50 am.

Llegada a Quintamoto

La NC700X, con su pico de pato, me mira. Yo la ignoro momentáneamente para dar un repaso a todas las monturas, desde la nuevao y original MSX125 a la señorial Goldwing. Luego me tomo el desayuno de los campeones: una bebida energética refrescante rica en cafeína para ponerse las pilas. Lo siguiente, presentar el DNI y firmar papeles. Ya estamos listos, nos colocamos un chalequillo rojo de Honda para indicar a los transeúntes cual era nuestro rollo. Y para que los monitores pudieran distinguirnos con facilidad.

Dentro del concesionario, un tipo muy majo de Honda nos explica a todos sin excepción la gama de bicilíndricos 500 y 700 de Honda y esclarece las diferencias entre ambas gamas. No entraré aquí detenidamente ya que lo explicaré en la comparativa de la NC700s y la CB500F. –Para no perdértela sigue a este maravilloso blog en facebook! ;D.

También nos explica el DTC, cambio automático -y semiautomático- de doble embrague de Honda que puede incorporar la gama NC700. En mi caso, en la X, lo pedí exclusivamente para poder contaros mi parecer de  este sistema.

Al salir de la explicación, tocan las normas: 1) Los monitores llevan el ritmo de la salida 2) podéis adelantaros. FIN.

Toma de contacto con la NC700X

Me sonrío y corro con la llave a la moto número 9.

Ahí está la NC700X. Roja y gris. La verdad es que siendo la gama NC700 la fea de la casa -o la menos guapa- la NC700X resulta ser una belleza que sigue las líneas de la Crosstourer. Y como marca la moda Trail, picopato. Y mi montura llevaba el extra de protecciones que la hacen guerrera y más molona si cabe. Por no mencionar el desborde de tecnología del ABS y los elementos de altísima calidad que la componen.

Me subo a lomos del más que famoso chasis de la integra y la saga NC. Un chasis tubular alargado que facilita el manejo del vehículo. También hay que mencionar la practicidad  debido a la disposición del motor hacia delante y el depósito detrás, permitiendo el famoso hueco para un casco integral. En esta imagen se ve claramente la genialidad de esta original forma:

La moto es más alta que su hermana la naked pero la sensación es de seguridad plena. En ningún momento crees que se te pueda caer. El asiento es muy cómodo y la posición de conducción muy correcta.

Hora de arrancar

Arranco la moto y ya empiezo a intentar familiarizarme con el cambio automático. El primer reto, la salida sin embrague, poquito a poco, para mí fue fácil. Ya en marcha, decido comenzar en el modo automático. -Para el manual se puede usar dos botones de la piña izquierda o el pedal del cambio.-

Pequeña explicación del cambio automático de Honda:

Tiene dos posiciones en automático a elegir:

Posición D tiende a consumir poco es bueno en viajes, marchas largas.

Posición S Polivalente, con mayor retención y más reacción.

En el modo manual:

Con piña izquierda dos botones o arriba o abajo.También con el pié izquierdo, arriba o abajo -pudiendo poner punto muerto sólo si la moto está parada-.

Paradojas:

En el caso de cagarla en manual el sistema automático entra en juego.

En el caso de que el automático la cague -p.ej. no ve un giro de 180grados- puedes recucir de modo manual.

Conlusión sobre el DTC:

No importa mucho lo que hagas, la moto va a ir bien. He leído en prensa y blogs que este cambio es lento… es verdad que resulta extraño hacerlo con el pié, pero no me ha parecido lento. Si que me parece más efectivo el cambio automático, resulta ser muy cómodo y acertado. En el manual yo cometía errores como el de querer agarrar el embrague -no hay maeta izquierda, ¡Bravo!-. El querer darle la puntita de gas al reducir lo que me asustó entrando en alguna curva. ¡O el acelerar un poco en parado y ver que la moto avanzaba de repente!

Lo que sí que un poco me puso mosca es que el automático reduzca en plena curva lo que hace desestabilizar un poco la moto. Así que para curvas, si le pilláis el tranquillo y no os confundís, mejor en manual. ¡Por ciudad el automático es una gloria!

Rodando con el grupo

Mis colegas que fueron ese día se distribulleron en tres motos nada que ver la una con la otra. Un gran fotógrafo que ha hecho las fotos de las pruebas del a CB500F y NC700s -que disfrutaréis cuando la publique- decidió gozar de la Goldwing. Otro tío grande se subió en la CB1000R y otro aún más grande -literal-, buscó una moto de su talla: la Crosstourer.

Esto viene a que en cada semáforo la Goldwing alegraba la mañana con canciones horteras a todo volúmen dándole ambiente festivo a esta comitiva de hondas. Por Madrid mi NC700X iba de maravilla. Debo destacar la tremenda facilidad de manejo y la agradable sensación de trail asfáltica. La horquilla delantera es una delicia. Gracias a la suspensión revisada volaba sobre las imperfecciones de la calzada madrileña.

La ruta nos llevaba a Paracuellos del Jarama donde poder hacer unas curvas cerraditas. La verdad es que el ritmo me pareció un poco lento… comprendo que no debería ser de otra manera pero es que… ¡a mí me va la marcha!

La vuelta por autopista disfruté de los acelerones y pasadas de las más gordas pero sabiendo que antes, donde el espacio es más reducido y las curvas enrevesadas no nos distanciábamos. -Por no hablar del consumo, mantenimiento, seguro, novia-contenta, etc que en ese momento no pensaba. Muchas ventajas… pocos inconvenientes… También la protección aerodinámica se hizo notar de muy buena manera. En realidad si nos ponemos serios, con esta moto puedes salir con quien quieras de ruta. A no ser que esa ruta acabe en la cárcel. -Pero aun así ojo. porque el motor empuja bastante bien-.

¿Quieres una moto NC? Creo que la saga NC empieza y acaba con la NC700X.

Una moto cómoda no es una naked (sport sin carenado con el viento ‘dalequedale’). Tampoco es una scooter porque no es una moto aunque lo sea -caso extraño de la Integra-. Es la trail del bicilíndrico de 700.

La posición es cómoda, el cambio es automático, el motor de carrera larga es como de custom. No hace falta ir revolucionado, permite transportar en maletas. Por favor, ¿qué hay más utilitario que esto? ¡Por no hablar de un hueco interno más grande que el de la Integra! Y, lo digo porque lo sé, ¡más maniobrabilidad que la naked! Por no repetir su capacidad contra el viento.

Si tenía dudas sobre un motor de moto que sólo estrira a 6.500 rpm -y que no es custom- se me disipan en este modelo. Quizá lo dude en la NC700s pero aquí, con el cambio automático -que sólo podía darse en esta saga– me reafirmo en que la apuesta económica y práctica puede ser divertida y puede estar conseguida. Bravo por Honda y ¡óle por esta Crossover de un par de pistones!

Llegada

¡Y todo lo bueno se acaba! Debo reconocer que la paliza de los K-Days no la iba a repetir esta vez en los Honda Days. Pero quizá la próxima me apunte a un bombardeo…

Tomamos una cervecita los amigos y charlamos de lo que más nos gusta: de soldados de plomo en miniatura del siglo XVI.

¡Vss moteros!

Si queréis más información de precios, etc podéis mirarlo AQUÍ.