Muy buenas compañeros moteros, esta es una maravillosa pregunta que todos nos hacemos una vez en la vida. Os voy a pasar, aprovechando el topic, un poco de filosofía de vida que suelo aplicar: con dos cojones y ‘no te arrepientas de nada’. Con esto último divagaremos en el siguiente ensayo sobre si merece la pena comprar una R o no.

Razones para comprarse una R

Obviamente, la pregunta surge cuando se terminan los dos años de carnet A2. Muchos decidieron emplear una moto limitada con el objetivo de deslimitarla y disfrutar de ella un par de años más. Pero claro, Motos.net siempre está ahí y en ocasiones nos pica el gusanillo y vemos deportivas bien cuidadas a precios que no están nada mal -en comparación a cuando buscábamos motos limitadas o aptas para el A2-.

Entonces es cuando nuestra calculadora mental comienza a tirar números… -sí: ¡se puede! -Entonces nos vemos pilotando en sueños desde la posición encorvada del semimanillar siendo los más chulos del barrio notando cómo la moto estira y estira y quiere ir más rápido.

Digamos que la principal razón para comprarse este tipo de moto -cuando somos moteros medios- es por el espíritu racing que llevamos dentro. Queremos sentir las sensaciones más puras que una moto nos puede ofrecer y, Dios mediante, poder ir con amigos un día a una rodada circuitera y dar rienda suelta el alma de piloto que nos acompaña a donde vayamos.

Ahora bien, una vez despertado el demonio se levanta el angelito un poco tarde, pero con razones de mucho peso: mantenimiento caro, peligrosidad, más probabilidad de que te cace el helicóptero de la DGT, sin capacidad práctica para ir al trabajo en moto, más consumo de gasolina, y así una larga lista de etcéteras que suelen ser bien respaldados por la parienta -que no volverá a subirse a tu montura en la mayoría de casos si tomas la vía R-.

Sobre el arrepentimiento: Guíate por el corazón

Muchas veces oiremos hablar a nuestros amigos más sensatos -y tristes si se me permite-: te vas a arrepentir: Ya verás qué dolor de espalda y de muñecas, es super incómodo, todo el día cambiando neumáticos, etc. Total: te arrepentirás.

Aquí es cuando yo aplico siempre y en todos los casos una filosofía personal de vida: me arrepentiré más de las cosas que no he hecho de las que he hecho. Es decir, si no me comprara una R miraría a cualquier moto deportiva en cualquier lugar con un tinte melancólico de lo que pudo haber sido. Desde mi manillar alto soñaría con la posición encorvada y lo increíble que debe de ser tumbar en una curva sin rozar -tanto- el estribo de mi naked…

Así que, amigos, sabiendo que los problemas económicos serán peores, sabiendo que la parienta no nos hablará en mucho tiempo, que nuestros familiares sospecharán si nos verán en las próximas Navidades… Os invito a que, si creéis que os arrepentiréis de la elección de una moto más racional; dejad volar al corazón.❤️

Y creedme que al final os arrepentiréis de tener una R pero sed conscientes de que lo vivido con ella mereció la pena. Y sabed que desde muchas motos que se colocan en las parrillas de salida de los semáforos de la ciudad por dentro de sus almas notarán una voz ya mustia del corazón no alimentado: ojalá me hubiera comprado la R. Esos sí que se arrepienten.

Sin más dilación y tras dejaros este pensamiento, me despido con ganas de seguir trabajando en este 2017 y compartir mis mejores momentos moteros con mis amigos-hermanos sobre dos ruedas que son mis lectores.

 

Algún día os preparo un post circuitero si veo que os apetece y así os cuento mis historias haciendo el cabra por las pistas 😂 -vídeos go-pro incluídos 😉

Vss!!!

Euge