Ya explicamos en el post «Nuestro reto en los K-Days, ¡Probar todas las Kawasaki aptas para el A2!». Nuestro plan para el K-Days. Pues bien. En este post comentaré el resúmen de la agotadora mañana donde no faltó la emoción, el riesgo, el frío y, como no motos, muchas motos y gasolina. ¿Aún no has ido a un evento de este tipo? Si lees este post, querrás, créeme.
Bueno, queridos moteros, después de esta introducción algo etérea, entramos en el ajo. Antes de nada quiero comentaros que como cada moto es un mundo, dedicaré a lo largo de la semana un post a cada moto para contaros mis impresiones, desde la primera hasta la última.
Pues bien, suena el despertador un sábado a las 8:00, como es sábado es de suponer que la noche del viernes fue larga y, aunque no lo creáis, me costó ponerme en pié. Lo logré, así que cogiendo las cámaras que pude, el casco y casco para acompañante, las chupas, etc, salí de casa.
No me esperaba mi SV650s ya que la tengo enferma en el taller. En parte me alegro y arrepiento ya que pude llevar todo el material sin romperme la espalda y ya de paso desayunar en marcha y desear las motos a muerte. Por contra, no pude aparcar en el amplio parking reservado a motos donde todos nos miramos las monturas con descaro y eso hacía, pero sin poder presumir.
Llegados a este punto, tocó firmar la hoja esa que siempre hay que firmar donde prometes no criticar a Kawasaki y siempre alabar su gloria so pena de condenación eterna… ¡Que no! Firmas cosas y punto… Gracias a esa tontería me viene a la cabeza que Kawa es una de las marcas que más se ‘expone’ a los medios y eso dice mucho a su favor.
Saludé a amigos y conocidos tocó la primera moto de la mañana: la ER6-f. Antes de subir a la moto, hay una charla de cosas que no se deben hacer. No podías adelantar, debías tener cuidado y si alguien no tenía mucha experiencia, precaución y tranquis a disfrutar que no queremos huesos ni motos rotos. (No hubo que lamentar ningún herido).
Pues bien, hacía un frío de narices. Agarré la Er6F por las orejas y pobre de mí, que engañado por el sol y el recuerdo de unos días de calor había venido con guantes de verano y sin pantalón de moto.

La primera de la mañana… esta moto me gusta… tanto que pongo cara de ‘flipao’ jajajaja pero tenía un frío del ‘carallo’ y gracias al carenado de esta motaza disfruté mucho del paseo.
Salimos en filita con varios monitores para separar la interminable serpiente de kawis. La gente flipaba, cedían el paso a una moto y ¡ale! otra y otra… la comitiva estaba formada por modelos más o menos llamativos pero debo reconocer que la palma se la llevaba el grupo de impresionantes Z800 y Z800e, un auténtico espectáculo era el de ver a esa manada de bravas motos mujiendo como locas. Alo así como: MmMMMMMUUuuuuuUUUUHhhhhhhh pero más guay y sin compás.
Lo que me parecía que iba a ser un paseo en moto en fila india se convirtió ante mi asombro en una ‘anarquía controlada’ en la que cada uno podía llevar la moto a su aire, siempre con la limitación de no rebasar al de delante, pero, claro, dejabas un espacio y ¡ale! En ese aspecto debo agradecer a los monitores -a la mayoría de ellos- que nos dejaran disfrutar de las máquinas. A ellos, bravo: si querías correr un poquitín, podías. Y ya os contaré porque me hice un compañero de curvas rápidas que fue memorable y que desgranaré en el post sobre la ER6-n.

ER6-n me pidió una foto de coña para su facebook. Hicimos muy buenas migas ya que me demostró sus cualidades en una vuelta de lo más divertida…
El recorrido, muy completo y nada corto
Ojalá encontrara quejas pero no me las voy a inventar si no tengo motivo. Así que quiero destacar la polivalencia del ‘circuito’. Una heterogeneidad más que suficiente para testear la moto en diversas condiciones. Este es el mapa, con su correspondiente explicación.

El recorrido fue perfecto. Lo he decorado con con colorines para que os quede más clara la explicación de cada tramo.
Te hacías a la moto a los primeros metros dentro del polígono (Rosa claro) donde se encuentra Pekus motor (D). Luego, una pequeña salida por autopista hasta Pinto (Azul Marino) de donde pasábamos a carreteras de un solo carril y de rotondas donde comprobar de qué material está hecho el chasis de estas burras y el tacto al tumbar (Rosa). Una vez comprendida la moto llegaba la que para mí era la mejor parte (Amarillo) una carretera de curvas y de rectas donde disfrutar al máximo e, incluso apurar un poquito ; ) ahí se podía apretar los frenos y sentir la firmeza de un buen conjunto al paso por curvas bien tumbadicos.
Tras el subidón de adrenalina, tocaba descender del cielo y para ello ¿qué mejor que unas vistas de Madrid sur (Azul clarito) y la sierra con las crestas blancas…? de fábula. Tras rodar un rato, una recta interesante (Rojo) donde la gente se crecía con el gas y apretaba por última vez la oreja derecha de la montura. Para culminar y testear la suspensión: una zona de curvas y carretera en mal estado (Verde Kawasaki -jajaajaja-). Y de nuevo al polígono (Rosa claro) donde te dabas cuenta de que tocaba despertar del sueño… ¡Y yo de que me tocaba otra vuelta! jejejeje
Vamos, que un aciertazo de recorrido. Pero es que, ¡hay más! Estaba pensado todo: tiempo, gasolina, etc. 160 personas pasaron ese mañana. Tuvimos que repostar todas las motos. La organización impoluta. Y para colmo, un control de la Policía Nacional se iba a emplazar en la entrada a Getafe pero alguien les debió contar lo que ahí estaba pasando y tal control no se llevó a cabo. También quiero mandar un saludo a la patrulla de Guardia Civil que estaba en esos momentos por San Martín de la Vega. Espero que disfrutaran del elegante desfile de Kawis.
Volviendo a la crónica
Tras el paseo con la Er6F, tocó la Versys. Muy di-vertida di-versa y di-vina, aunque pasé algo de frío al carecer de protección en las piernas. Pero más adelante el sol empezó a calentar y con la Z800, la ER6-n, la VN900 y la Kawasaki Ninja 300 pude disfrutar de las curvas, unas más otras menos. Centré la cabeza y el corazón para pensar en estas motos y en los siguientes posts os contaré una a una cómo se desenvolvieron y qué tal nos vienen para el carnet A2. Con sus pros y sus contras según qué buscas en tu vida de motero.
Tras la última moto del día, la Ninja 300. Me bajé, tenía ojeras del viento, los ojos algo llorosos por las lentillas semi secas. Había sido un no parar; llegaba, me bajaba, foto,foto,foto y me subía a la siguiente. Y así de 10:10 a 15:00 casi cinco horas seguidas de moto. Así que agradecí el bocata de jamón y un buen refresco de cola light -jajajaja qué parida, en efecto, una Cocacola light que

Y ¡FIN! Con un poco de agote, me despedí de la zona y con una alegría que me dura días. Vivan las motos, ¡cojones!
la prefiero a la normal- que te dan al terminar el rulo. Eso me levantó el ánimo. Fuí a casa con los mofletes completamente rojos y caí rendido. Cerraba los ojos y me veía surcando esa carretera en unas motos de primera. Unas motos que transmitían seguridad, con una buena mordiente, buena tecnología y acabados. Es cierto que puedo encontrar alguna pega pero cuando la experiencia es tan grata uno se enamora y no ve los defectos, lo dicho, un diez.
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Y mando un gran agradecimiento a Javier Camacho por sus estupendas fotos y su apoyo incondicional. Él pasó probablemente más frío por la mañana pero ¡el que se queja soy yo!
PROBAMOS TODAS LAS KAWASAKI PARA EL A2 de los K-Days:
0- Nuestro reto, probar todas las Kawasaki para el A2 en los K-Days
1- Así vivimos los K-Days